Los Celos en los Gatos

Para empezar, debemos preguntarnos si es correcto afirmar que los gatos son celosos, ya que los «celos» son emociones y sentimientos que hasta hace poco se atribuían únicamente al ser humano. Pero si profundizamos un poco más en lo que son los celos realmente, comprendemos que son una respuesta emocional adaptativa importante en los animales gregarios.

No obstante, si bien el gatito doméstico (Felis silvestris catus) es un animal solitario, la domesticación ha permitido que la especie reciba ventajas importantes al participar en dinámicas sociales, al margen de las que mantiene durante la reproducción, como lo es convivir con el ser humano, que le proporciona alimento, cobijo y cuidados. O con otros animales domésticos, que se convierten en una fuente importante de enriquecimiento.

De esta forma, el gato adquiere una persona u animal como «figura de referencia» con la que se relaciona, socializa y lleva a cabo las interacciones diarias. De forma técnica, la figura de referencia se conoce como «socio social valorado» y, como hemos comentado, puede ser otro gato, un perro o un ser humano. Es, en definitiva, una figura social con la que el gato se siente seguro, pudiendo ser así la persona favorita del felino. Por el contrario, el «rival social» es la figura que se interpone entre ambos y ante la cual puede llegar a mostrar lo que nosotros interpretamos como conductas celosas, es decir, rechazo y agresividad.

No obstante, si bien es más común hablar de celos en los perros, pues existen estudios que utilizan este término (aunque por supuesto muy discutidos), no existe ninguna publicación de etología clínica en felinos domésticos, por lo que sería un término muy impreciso aún hoy en día.

Aún así, son muchos los propietarios que afirman que sus animales experimentan celos. De hecho, un estudio que recogía los comportamientos de diversos animales domésticos señalaba la semejanza entre ellos, evidenciando además la existencia de emociones secundarias en animales que no son primates.

 

Síntomas de un gato celoso

 

Sin estudios científicos que puedan avalar la existencia de celos en los felinos domésticos, es complicado encontrar un patrón de conductas que pueda alertarnos de la aparición de celos en los gatos, sin embargo, si nos fijamos en aquellas conductas frecuentes en perros o caballos, destacamos las siguientes.

El gato celoso y su comportamiento:

  • El felino busca la atención de la «figura de referencia» regularmente.
  • Presta atención ante la socialización de la «figura de referencia» y el «rival social».
  • Interrumpe la relación entre la «figura de referencia» y el «rival social».
  • Realiza señales de calma negativas o llega a mostrar agresividad hacia el «rival social».

 

¿Por qué los gatos son celosos?

 

Lo que nosotros podemos percibir como celos en los gatos puede tratarse, en realidad, de diversos problemas del comportamiento provocados por una mala socialización del gato cachorro, la aparición de miedos por experiencias negativas o la territorialidad entre otros. Pero, dando por supuesto que los gatos son celosos, a continuación hablamos en más detalle de las situaciones frecuentes que pueden provocar que los gatos muestren «celos» ante un tercero y qué debemos hacer:

Gato celoso de bebé: el embarazo y el nacimiento de un bebé conlleva una pérdida importante de atención por parte del «socio social valorado», además, muchos padres suelen regañar a sus felinos cuando se acercan al recién nacido con curiosidad, lo que suele provocar una asociación negativa hacia el bebé. Es fundamental evitar el castigo, las riñas o los gritos en estas ocasiones.
Gato celoso de la pareja: muchas personas advierten que el gato está celoso del novio o de la novia, pero en este caso hablamos de una situación que suele provocar cierta «gracia» por lo que inconscientemente la incentivan, algo no solo no recomendado, sino hasta peligroso.
Gato celoso de otro gato: anteriormente te hemos explicado que los gatos son animales solitarios, pero además, debes saber también que son muy territoriales. Por ello, la adaptación de un nuevo individuo en el hogar suele ser complicada cuando uno de los felinos se encuentra en su etapa adulta. Pueden aparecer distintas conductas negativas como la agresividad, el marcaje de superficies, el miedo o la depresión.
Gato celoso de un perro: especialmente en gatos que no han socializado con perros en sus etapas tempranas, la adopción de un cánido suele provocar mucho estrés, pues la falta de conocimiento del lenguaje corporal propio de esta especie sumado a su gran tamaño provoca, una vez más, miedo, depresión o agresividad entre otros problemas de conducta.

Ahora ya sabemos identificar las causas y los síntomas de los «celos en los gatos», no obstante, ¿qué debemos hacer cuando se presentan? En el siguiente apartado te hablamos de ello.

 

¿Cómo tratar a un gato celoso?

 

Muchas personas no saben qué hacer con un gato celoso, ¿es también tu caso? Para empezar, especialmente si hablamos de un gato celoso de un bebé, será fundamental tomar las medidas de seguridad pertinentes para prevenir que el gato pueda arañar al pequeño. Evitaremos que el felino tenga acceso a la habitación del bebé.

En los gatos más leves podemos intentar trabajar nosotros mismos con el gato, intentando positivizar la presencia del «rival social», haciendo que su aparición se traduzca como experiencias agradables. Podemos utilizar premios sabrosos, caricias o palabras amables. También es posible aplicar feromonas apaciguadoras para mejorar su bienestar mediante aplicadores o collares. En el caso de que se altere, intentaremos calmar el gato celoso dejándolo solo, proporcionándole así calma y seguridad.

No obstante, en los casos más graves, será imprescindible acudir a un veterinario especializado en etología, la figura social de referencia que nos puede ayudarnos a diagnosticar un problema de conducta en el gato, ofrecernos pautas de manejo y hasta realizar sesiones de modificación de conducta.

 

 

Referencias
Abdai, J., Terencio, C. B., Fraga, P. P., & Miklósi, Á. (2018). Investigating jealous behaviour in dogs. Scientific reports, 8(1), 8911.
Prato-Previde, E., Nicotra, V., Poli, S. F., Pelosi, A., & Valsecchi, P. (2018). Do dogs exhibit jealous behaviors when their owner attends to their companion dog?. Animal cognition, 21(5), 703-713.
Morris, P. H., Doe, C., & Godsell, E. (2008). Secondary emotions in non-primate species? Behavioural reports and subjective claims by animal owners. Cognition and emotion, 22(1), 3-20.

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